jueves, 8 de mayo de 2014

Viene Boni

Boni viene trastornado. Vine y habla  con la cabeza metida en mi heladera
-Viste cómo es la Verdad- Dice. Saca el tupper con jamón y busca el pan- La Verdad es una hija de puta. La enterrás bajo un montón de palabras. Le ponés una cruz encima y la tipa sale lo más chota, se sacude, sonríe y te clava las garras ¿Dónde carajo está el..?
Le alcanzo el pan, copas y una botella de cabernet. El maldito lee la etiqueta y se encoje de hombros
- Es así- sigue- no hay con qué darle
-Te peleaste con la Polaca 
-No… Sí, pero ella no lo sabe ¿Dónde comprás el pan?
-En la ferreter….
-O  lo sabe, pero viste cómo es. También sabe cómo soy
-¿Cómo sos?
-Soy un genio ¡Salú! Un jodido genio. Entonces la espero más adelante, “leo” lo que sigue… y lo que sigue es que, si se toma la molestia de amontonar palabras para enterrar una verdad, es porque esa verdad la jode. ¿Y por qué la jode, a ver niños..? La jode porque sabe que es una despedida, y todavía no quiere. Y yo me quedo con eso, aferrado de las pelotas a esa verdad última que viene a ser nieta de la que ella trata de enterrar ¿Mentendé?
-Hay queso
-Venga. ¿Pero sabés cual es la cagada? La cagada es que soy más genio todavía, un genio de puta madre y entonces pienso que ella entierra la despedida, pero primero la fabrica: Por la presente le comunico que a partir del día de la fecha, queda usted reducido a un montón de mierda… sin otro particular, lo saludo a Ud. con mi consideración más distinguida.  Después la entierra. La tengo que matar…
-Perá que hago café
-¿Qué café tenés? Lo peor es que yo la veo. La veo cuando agarra el lápiz de tinta, lo moja con esa lengua de gata y arranca: Por la presente le comunico… La veo escribiendo, de rodillas sobre la silla, con ese culito… Me mata hermano, para mí sin azúcar.
-¿Qué querés hacer Bonifatti?
-Pensé en hacer lo de siempre: asistir a los entierros, con cara de circunstancias, ayudarla con las inhumaciones. Y si quedaba alguna punta afuera, mirar para otro lado, como siempre. Pero, sabés qué pasa,  la última palada me dejó sin respiración, y ella salió sola del cementerio… Si querés me voy
-No seas pelotudo
-Yo supe enseguida. La primera vez… pero viste como es uno. Uno es un omnipotente de mierda. Cree que todo lo va a poder, que con el tiempo…
-Mirá yo mucho no la conozco. Pero sé que te ama, nunca lo voy a entender, pero te ama
-Sí, yo sé. Me ama. Por eso tengo que matarla entendeme. Si no me amara… qué sé yo. Le hubiese dejado la puerta abierta para que entrara y saliera. Aunque no sé… cuando entró, yo sentí que entraba el mundo, que afuera no había más nada para ninguno de los dos. Tenés razón: soy un pelotudo. Afuera está lleno de tilingos que hacen ingeniería metafórica y tocan la guitarra. Ella los colecciona
-¿Pero...?
-No sé, hermano, eso no lo sé. Pero imaginate que no ¿Qué hago? ¡Ah bueno, mientras sea nada más que franela mental está todo bien! ¿Andá a tocar un poquito la guitarra que yo mientras tanto te espero? Dejame de joder. Un piano. Me voy a comprar un piano. Tá bueno el café.
-¿Un pian…?

-Nada. Digo boludeces. No voy a hacer nada. Con toda mi alma, hermano, qué querés que te diga, con toda mi alma. Vos sabés.

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