Si, están las convenciones, lo civilizado, lo correcto. Y
también está la verdad.
La verdad es así: No la miro. O, si no puedo evitar sus
ojos, le sonrío con una ficción de paternalismo que –estoy seguro- la irrita y
la induce, como ayer, a desprender otro botón de su camisa. A gritarme, en
silencio -y sin siquiera saberlo- que no sea idiota, que la sabiduría no tiene
que ver con los años, que los dictados de la sangre son anteriores a nosotros y
nada puede haber más sabio que esa verdad indócil que pone hambre en mis palmas
y desolación en mi bajo vientre. ¿Cómo puede haber algo más cierto que sus
pupilas dilatadas y la morosidad con que
aparta de mis manos la mirada?
Si no puedo evitar sus ojos, reprimo esa primitiva
bestialidad, esa pulsión falazmente adormecida por años de acatamiento. La
misma que a la madrugada reclama su poderío y me clava en un insomnio de brazos
vacíos y almohada torturada.
Ella sabe, Yo sé, El universo sabe. Hace calor. Está boca
abajo en su cama estrecha Entre las sábanas retorcidas siente una ferocidad de
dientes en el cuello. Teme. Y el miedo es un licor ardiente que baja por su
espina, se derrama en sus caderas, late
en el desamparo de su sexo y quema como escarcha sus pezones henchidos.
Entonces enciendo la luz o apago las sombras y le juro al
espejo que mañana será el último día. Que iré a su casa por última vez, que
sólo me resta ajustar los anaqueles de la biblioteca y recoger mis
herramientas. Soportaré con entereza el testimonio de sus ojos velados, ni una
sola vez la miraré arrebujada en el sillón a mis espaldas, fingiendo descalza
que Kafka o algún otro muerto la retiene. Nunca me acercaré lento a retirar esa
mentira de sus manos, jamás me pondré de rodillas frente a ella ni retendré
entre mis palmas la tibieza de sus pies como palomas nuevas. No la sentiré
temblar mientras mi boca derrite la nieve de sus pechos ni aliviaré mi sed en
su palpitante herida de hembra entera. No será
de mí su parto inverso, no colmaré su vientre No naceré por fin en el
único hogar del universo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario